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El hogar es mucho más que un espacio físico; es el lugar donde nacen los recuerdos, se comparten los momentos más importantes y se fortalece el vínculo con quienes más queremos. Hoy, en el Día Internacional de las Familias, queremos poner en valor no solo la importancia de estos lazos, sino también el papel fundamental que juegan en el cuidado de la salud.

En Nurdoc, sabemos que detrás de cada paciente hay una familia preocupada, atenta y deseosa de ofrecer lo mejor para sus seres queridos. Por eso, nuestro compromiso no es solo con la persona que atendemos, sino con todo su entorno familiar.  Creemos que cuidar de la salud en casa no solo favorece la recuperación física, sino también el bienestar emocional de toda la familia.

¿Por qué es tan importante el cuidado domiciliario para las familias?

• Mayor tranquilidad y bienestar emocional: Saber que un profesional está cuidando de un ser querido en su propio hogar aporta serenidad y confianza.

• Preservar la intimidad y la comodidad: El entorno familiar es insustituible para la recuperación y el manejo de patologías crónicas.

• Prevenir desplazamientos innecesarios: Evitamos los traslados al hospital o a centros médicos, especialmente importantes para personas con movilidad reducida o enfermedades de larga duración.

• Fortalecer los lazos familiares: Al liberar a los familiares de ciertas cargas asistenciales, se favorece que el tiempo compartido sea de mayor calidad.

En Nurdoc, apostamos por un cuidado profesional, cercano y humano, adaptado a cada necesidad. Nos desplazamos a los hogares no solo para ofrecer atención sanitaria,  y de enfermería, sino para que cada familia pueda volver a centrarse en lo que de verdad importa: compartir tiempo juntos.